¿POR QUE EMIGRAN LOS MEXICANOS?

En las últimas décadas, ni la creación de empleos en México ni la demanda laboral de los Estados Unidos han logrado absorber las cohortes de trabajadores mexicanos, cuyos números son grandes y van aumentando. Las cohortes en edad de trabajar—producto de tasas de crecimiento demográfico que hasta bien entrada la década de los 90 superaron el dos por ciento—se seguirán expandiendo con rapidez hasta la década del 2010, aunque lo harán a un ritmo decreciente.

 La masiva reestructuración económica por la que ha pasado México en las dos últimas décadas les ha costado el empleo a muchos trabajadores. Ni siquiera el crecimiento del sector de las maquiladoras (fábricas orientadas a la exportación) a lo largo de la frontera, que en 2001 generó un millón trescientos mil empleos, una cifra récord, ha logrado ofrecer suficientes oportunidades de empleo a la creciente fuerza laboral mexicana.

 Aun cuando las estimaciones varían, en México los niveles de empleo en el sector informal prácticamente se han duplicado entre 1980 y 2000, pasando del 17 al 34 por ciento de la población urbana ocupada. En 2000, los salarios reales medios de la industria manufacturera acusaron niveles aproximadamente un 20 por ciento más bajos que los de 1980, mientras que el salario mínimo descendió en forma todavía más pronunciada.

 La pobreza, indicador elocuente de la limitación económica de México, aumentó considerablemente durante este periodo. Se estima que los niveles de pobreza en México hacia el final de los años 90 llegan a ser de entre una cuarta y una tercera parte de la población, calculándose a veces niveles más altos, es decir entre 25 y 40 millones de mexicanos.